Nuestros vinos

Elaborado con tempranillo, viñedos entre 20 y 40 años, crianza durante 6 meses en barricas de roble francés y americano. La expresión del tempranillo con la complejidad que le aporta la madera.

Elaborado con viñas viejas de tinta del país, de viñedos en vaso plantados entre 1960 y 1965 en la partida de Valera. Crianza de 12 meses en barrica de roble americano  y un mínimo de un año en botella para terminar de redondearse.

Viñedos plantados con anterioridad a 1950, tinta del país 100%. Crianza de 14 meses en barrica nueva de roble francés y americano de 225 litros, y un mínimo de 2 años en botella para aumentar la suavidad y complejidad. Edición limitada que solo se elabora en las mejores añadas.

De color rubí con tonos teja. En nariz despliega toda su intensidad aromática, complejo con aromas a fruta negra y notas de especias provenientes de la madera. En boca, sedoso e intenso, persistente y elegante final.

Selección de los mejores "majuelos", pequeños viñedos viejos de tinta del país. Crianza entre 12 y 14 meses en barricadas nuevas de roble americano de 60% y francés 40%. Permanencia en botella de al menos un año. Expresa la esencia de nuestra tierra, concentrado, potente, a la vez que amable y sedoso, pensado con un único objetivo: "disfrutar el momento".

Los mejores viñedos viejos de la partida de Valera, plantados con anterioridad a 1923, el tinto fino histórico. Crianza de 16 meses en barrica nueva de roble francés y al menos dos años en botella. Solo se elabora en las mejores añadas. Es el perfecto reflejo de una historia de generaciones, cuidando con esmero unas viñas, para que hoy podamos disfrutar de su fruto, de su vino, donde más que vino, es un conjunto de sensaciones que nos invaden, y nos transportan hasta el corazón de la Ribera del Duero.

Elaborado con albillo de viñedos de más de 70 años. Crianza sobre sus lías finas de 3 meses. El albillo es una variedad antiguamente muy extendida en la zona de la Ribera del Duero, y casi desaparecida ya. De los pocos viñedos viejos que aun quedan, hemos querido elaborar este vino blanco para que la albillo no se quede perdida en el recuerdo. Edición muy limitada y solo se elabora en años excepcionales.

El "clarete" clásico de la Ribera del Duerco. Elaborado con mosto flor de tempranillo y albillo, maceración y fermentación en frío. Crianza de 2 meses sobre sus lías finas. Es el vino rosado tradicional, fresco, agradable, perfecto para cualquier ocasión.

Elaborado con tempranillo, viñedos de entre 20 y 30 años; fermentación en frío para preservar los aromas, expresa la enorme riqueza frutal y floral del tempranillo.